La forma cómo retomamos la rutina tras las vacaciones de verano es determinante para adquirir buenos hábitos a largo plazo. En verano es normal permitirnos algunos excesos, salir a comer fuera más a menudo y cambiar los horarios. Es por eso que adaptarnos de nuevo a la rentrée no siempre es fácil ni se produce de un día para otro.
No existen fórmulas mágicas, sólo paciencia y un poco de voluntad para llevar a cabo los propósitos saludables de forma duradera y eficaz. La buena noticia es que si consigues ser un poco constante notarás tan pronto los beneficios, que en ningún momento tendrás la sensación de estar haciendo un sacrificio, sino más bien un regalo para el cuerpo y la mente.
En este post te proponemos una serie de consejos muy sencillos y asequibles con productos bio para que puedas retomar una rutina saludable en septiembre.

1. Empezar bien el día
Empezar bien el día es muy importante, pues es cierto modo determinará el resto de la jornada. Nuestro primer consejo es muy sencillo: levántate con tiempo. Salir corriendo de casa no solo aumenta el riesgo de olvidarse algo importante, sino que también te hace empezar el día con estrés.

Una buena forma de asegurarse un despertar tranquilo y agradable es adelantar el despertador media hora o un cuarto de hora antes de tu horario habitual. Intenta evitar las repeticiones de alarma y levántate tranquilamente, tómate un vaso de agua tibia con limón y espera al menos veinte minutos antes del desayuno. De este modo pones en marcha el estómago y facilitas las digestiones.

Si tienes tiempo puedes probar con diez minutos de meditación, una técnica que te aporta lucidez y te permite empezar el día con la mente fresca y centrada en tus objetivos. Si eres principiante, hay cientos de vídeos en internet sobre meditación guiada, una práctica que se entrena y que aporta numerosos beneficios.
2. Dieta ligera y digestiva
Planificar tus comidas es clave para sentirte bien a lo largo del día y evitar las tentaciones de picar snacks poco saludables. Para ello, el primer paso es tener una despensa y una nevera con productos frescos y saludables, evitando comprar alimentos que puedan suponer tentaciones poco sanas. En esta línea, puedes sumarte a la tendencia del batch cooking, que consiste en dedicar un par de horas a cocinar un día de la semana (suele ser el sábado o el domingo) para tener bases preparadas para hacer varias combinaciones de alimentos durante el resto de la semana.
Se trata básicamente de preparar bases de legumbres, cereales integrales, condimentos y verduras de temporada y guardarlas en recipientes de cristal para tenerlos bien conservados y utilizarlos durante toda la semana. Siempre que puedas, opta por una alimentación ecológica para evitar pesticidas y otros aditivos perjudiciales para tu salud y la del medioambiente. En Biográ encontrarás una amplia gama de alimentos ecológicos para todos los momentos del día.

3. Anota tus objetivos
Hacer un seguimiento de tu rutina saludable te hace más consciente de tus objetivos y te ayuda a ser más constante. También es una buena excusa para parar unos minutos y dedicarte a reflexionar sobre tu día, tus pensamientos y fomentar la gratitud. Un buen truco es anotar cada día tres motivos por los que te sientes agradecido/a o tres momentos agradables del día. Esta rutina se suele hacer por la noche, antes de irte a dormir.
4. Estilo de vida activo
Tener un estilo de vida activo es clave para una buena salud, para sentir-te bien por dentro y por fuera y tener una mente más clara y despejada. Esto no siempre implica apuntarte a un gimnasio, gastar mucho dinero o dedicarle una gran cantidad de tiempo. Cada uno debe adaptar su rutina de ejercicio a sus posibilidades.
Si dispones de poco tiempo basta con andar siempre que puedas, levantarte cada hora cuando estés en la oficina o salir a jugar con tus hijos.
Lo esencial es, como mínimo, integrar la actividad física en tu día a día y, si puedes, probar nuevas prácticas o deportes hasta encontrar el que te guste más. El ejercicio debe ser placentero para poderlo mantener en el tiempo. Y si es al aire libre, ¡todavía mejor!

5. El descanso es clave
Todos los hábitos anteriores se refuerzan y complementan con una buena calidad del sueño y, sobre todo, un mínimo de siete u ocho horas de descanso. De nada sirve alimentarse bien y practicar la meditación si no tenemos una buena rutina de sueño. Lo más recomendable es irse a dormir cada día aproximadamente a la misma hora para que el cuerpo se adapte a la rutina.
Evita el uso de aparatos electrónicos una hora antes de irte a dormir e intenta comer al menos dos horas antes para que la digestión no interfiera en la calidad del sueño.
Si tienes problemas para dormir puedes probar con infusiones relajantes o meditación, una técnica que funciona bien por la mañana y antes de ir a la cama.
Retomar una buena rutina en septiembre es tan sencillo como escuchar al cuerpo, descansar correctamente e ingerir alimentos nutritivos para facilitar las buenas digestiones y encontrarse bien.
¿Tienes propósitos saludables para este septiembre?
Te invitamos a compartir tus experiencias en la sección de comentarios.